martes, 16 de junio de 2015

Web superficial y Web profunda

Imaginemos la Web como si fuera un almacén donde podamos guardar todo tipo de objetos y que además dicho almacén crezca y se amplíe cada vez que nosotros introduzcamos algo. En el momento de la creación del almacén pocas personas guardan cosas en él, de modo que si entramos, de un sólo vistazo podemos hacernos una idea de lo que nos encontraremos dentro: algunos muebles, libros, papeles y poco más. Pero los usuarios del almacén empiezan a crecer exponencialmente día tras día, de modo que si antes ocupaba una superficie de varios metros, ahora ocupa muchos kilómetros en todas direcciones: izquierda, derecha, adelante, detrás, arriba y abajo, de modo que encontrar un objeto es prácticamente imposible, a no ser que dispongamos de herramientas como catálogos, instrucciones, mapas, etc. cada uno de ellos con una utilidad específica; estas herramientas en la web son los buscadores, guías, metabuscadores, directorios, etc. En ellos están registrados un buen número de los objetos que se han ido introduciendo en el almacén a lo largo de los años, ésta es la web visible. Pero -por diversas causas- no todos los objetos almacenados están reseñados en esos catálogos, dichos objetos forman parte de la Web profunda, un nombre excesivamente teatral, de modo que Lluis Codina propuso el más adecuado de web no indizable.
Los autores Sherman y Price definieron cuatro tipos de web profunda: la opaca, la privada, la propietaria y la invisible.
A veces se introducen objetos en el almacén de una manera totalmente despreocupada, no le decimos a nadie que lo hemos metido, lo tiramos en cualquier rincón, le arrojamos otros objetos encima y por supuesto, no lo apuntamos en ningún registro; estos objetos forman parte de la Web opaca.
Algunos usuarios guardarán objetos en el almacén en sitios donde saben que nadie los va a buscar, o lo guardan en una caja o una taquilla cerrada con llave y si apuntan su ubicación en algún cuaderno, se llevan éste con él para que nadie pueda consultarlo; están en la zona que podríamos llamar Web privada.
Si pedimos algún requisito para acceder a un objeto, ya sea monetario, de comportamiento, o de intercambio, podemos decir que esos objetos están guardados en la Web propietaria.
Pero si de verdad queremos que ciertos objetos no puedan ser encontrados, los enterraremos a una profundidad adecuada en un sitio que sólo nosotros conocemos, o lo colocaremos en una estantería tan alta que sólo nosotros tengamos la escalera para llegar a él, o lo camuflamos como si fuera otra cosa de modo que si alguien lo encuentra no sepa qué es lo que ha encontrado; estos podrían formar parte de la Web realmente invisible.
Ahora veamos algunas herramienta útiles para bucear en la web profunda:
-The WWW Virtual Library es considerado el catálogo más antiguo que existe en la red, no en vano fue el creador de la Web, Tim Berners-Lee, el que lo inició.
- Infoplease está basada en artículos de la prestigiosa enciclopedia Columbia y en ella podemos encontrar multitud de mapas, biografías, historia, ciencia, efemérides y muchos más datos de interés.
- DeepWebTech nos ofrece motores de búsqueda específicos para temas concretos como: ciencia, medicina, negocios, tecnología, etc.
- TechXtra se centra principalmente en ciencia y tecnología; aquí podemos encontrar multitud de publicaciones sobre informática, matemática, ingeniería, investigación, etc.
Una última pregunta: ¿se puede bucear a más profundidad en la Deep Web? la respuesta es "si", pero debemos contar con un equipo especial de buceo (o de espeleología), investigar conceptos como el navegador "tor" y los dominios ".onion" y tener en cuenta que es posible hallar cosas podridas muy desagradables de ver, pero esa ya es otra historia.
 

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